miércoles, 30 de junio de 2010

Una de junio...

Sí, cuando creía que no quedaba gente en el universo capaz de creer estar enamorada me encuentro con algo, "una declaración de amor".

El pasado sábado fuí la protagonista de una de esas típicas escenas de culebrón, pero cómo no, la realidad quedaba muy lejos de la fantasía. Y es que en pleno siglo XXI no esperaba que quedase gente dispuesta a apostar tanto por su felicidad. ¿ No pensó en la caída?.
Generación del orgullo, lo primero es la dignidad, la cortesía en nuestros días se basa en hacerse de rogar. ¿Cuántas veces en nuestra corta vida hemos dejado escapar a ese alguien especial por miedo a entregarnos de verdad?. Nuestra generación, en su mayoría si que tiene en cuenta la posible caída, por ello, sin ganas de protegerse con arnés, optan por no intentarlo. Somos de extremos, pero, ¿qué hay del punto medio?.

Con unas copas de más allí estábamos él y yo, charlando, sin más. Es uno de mis mejores amigos, ¡cómo iba a imagrnármelo!. Lo veía mal, preocupado, pensativo, y entonces, se dejó llevar. Como anteriormente he dicho, sin ningún tipo de protección. Apostó por el 7, y salió 6.

Él...
Tú siempre has sido la chica de mi vida, no sé que es lo que tienes, pero no puedo dejar de pensar en ti. Sé que somos super diferentes, pero es que no, no puedo soportar verte con otros, que me hables de los demás. Yo, nunca he llorado por una chica(entonces, cayó alguna lagrimita) pero es que...
Yo...
¡No!, no has llorado por ninguna chica, ni lo vas a hacer ahora. ¡Joder!, que yo te quiero muchísimo, pero como amigo(típico pero cierto), eres una persona increible, pero...

Típico chico, que sabes que siempre ha estado ahí, desde pequeño, pero que pensabas que lo tenía todo claro. Una conversación larga, incómoda, quizás, fuera de lugar...

¿Sigue quedando gente dispuesta a llorar, a arriesgar por lo que quiere? ¿Es esto bueno, malo?

Está bién, me parece honroso, bonito, dejarse llevar y apostar por aquello que te puede llenar, pero con precaución, debe de existir una señal, una respuesta por parte de la otra persona. No te puedes poner en peligro, desnudar tus sentimientos. Protégete, no hablo de corazas, sinó de intuición. Mímate mucho, lucha por lo que quieres, pero por supuesto, sin olvidar que lo que más importa eres tú, tú y tus sentimientos. No llores, sé feliz; ríe, atrévete, pero resguardate.