jueves, 2 de diciembre de 2010

"LA PETITE MORT" de seisgrados

ola polar...

El frío ha llegado, y con él, mis esquemas se han resquebrajado.

"El desarrollo del género según Chodorow se deriva del apego que siente el niño por sus padres desde una edad muy temprana. El niño tiende a sentirse vinculado emocionalmnte a la madre, ya que es fácil que ella sea la influencia dominante al principio de su vida. Este apego tiene que romperse en algún momento para lograr un sentimiento del yo independiente: entonces se le exige al niño que sea menos dependiente.
Chodorow señala que el proceso de ruptura es diferente en los chicos y en las chicas. Ellas siguen estando cerca de su madre y pueden continuar abrazándola, besándola... Al no producirse una ruptura radical con la madre, la niña, y más tarde la mujer adulta, tiene un sentido del yo más vinculado a los demás. Es más probable que su identidad se mezcle con la de otros o que dependa más de ella: esto ocurre primero con su madre y después con un hombre. Para Chodorow esta es la razón por la que suelen aparecer en la mujer rasgos relacionados con la sensibilidad y la compasión emocional.
Los chicos definen su yo mediante un rechazo más radical del apego original de la madre, forjándose su interpretación de la masculinidad a partir de lo que no es femenino. El resultado es que a los chicos les falta cierta habilidad para relacionarse íntimamente con los demás y desarrollan formas más analíticas de contemplar el mundo. Inexpresividad masculina."

Ja, ja, ja. Me encontraba estudiando diversas teorías sociológicas cuando me encontré con las afirmaciones de Chodorow, así que tenía que comprobar si todo aquello era cierto. Sí, no supone ninguna novedad hablar de que las mujeres son más sensibles que los hombres, ya que la sociedad se ha encargado de inculcarnos tal concepción. Bueno, la cuestión es que en estos últimos meses mis chicas(investigadoras secretas) y yo nos hemos encontrado con situaciones un tanto extrañas. Sí, sí, ligues de una noche que por unas horas deciden jugar a estar enamorados, y te sorprenden con besos, abrazos, miles de mimitos que te dejan cortada y con la boca abierta. ¿ Son éstos los chicos que carecen de inexpresividad masculina?

Lo cierto, es que igual no somos tan diferentes unos de otros, porque a nosotras también nos asustan estas muestras esporádicas de afecto por parte de desconocidos, puede incluso que todo haya acabado convirtiéndose en un juego: ¿ jugamos a ser novios por unas horas, o a follarnos sin acordarnos ni de nuestros nombres?. Al fin y al cabo, con este frío, quizás aceptemos que nos mimen y abracen un poco. Venga muchachos/as REGALAMOS ABRAZOS.