domingo, 24 de octubre de 2010

Sin sostén...

Sí, al final siempre acabamos igual, con quien empezamos, con nuestra consciencia. Somos los seres más complejos, quizás estúpidos, ¿por qué no?, llevamos todas las situaciones al límite, siempre poniendo todo en duda, las palabras de este, las miradas de ella, las sonrisas del de siempre, ¡joder!, no entiendo... ¡A qué estamos jugando!.
Todo viene y va, y al final nos quedamos a solas con nuestro peor enemigo, nuestro filósofo interior, ¿qué tal?... ¿enviamos ese mensaje o pasamos?, ¿le llamo o qué hago?. Rie, haz lo que te apetezca, claro que somos conscientes de las consecuencias, simplemente ante la opción de que nada ocurra, actuamos. Nada que perder, bueno, quizás sí, pero compensa la recompensa a la espera. La vida nos ofrece demasiado, y el placer es una de las pocas cosas que no vale la pena dosificar. En fin...mañana será otro día, y ser lunes en Barcelona no implica pasarlo mal, al contrario, puede dar mucho de sí.



No entiendo pero siento
la verdad, todo es complejo.
A tu lado yo no miento,
desnudos, tú perplejo.

Aroma, tacto,
nos rozamos, suspiramos,
siguiente acto.
Una mirada, una sonrisa,
jadeamos, todo es placer, ´
tu y yo juntos como siempre
hasta el amanecer.

viernes, 8 de octubre de 2010

My plan...

Nosotras no vinimos al mundo con un pan bajo el brazo, ¡no!, nosotras nacimos con un sueño, cambiar el mundo. Mujeres del siglo XXI: liberales, revolucionarias, luchadoras, autosuficientes...

Intentamos ser fuertes, creemos poder con todo, pero tenemos nuestros días, días en que necesitamos que nos mimen: un pequeño achuchón, una mirada de complicidad, una sonrisa que nos consuma. Días en que tu y yo vayamos más allá. ¿Problema o virtud? Tercera opción, la incomprensión.

Somos frías, nuestra coraza nos impide entregarnos con total plenitud, aunque ¿sabes qué?, no creo que el problema resida en nuestra áurea protectora, sino que realmente no queremos, pasamos de la utopía que muchos conciben como "amor". Venga chicas, no busquéis problemas donde no los hay, vivid y disfrutad de lo que la vida os ofrece. Haced de esto vuestra religión, que los deseos se conviertan en planes, y que el final del día sea el momento en el que puedas decir: "¡qué feliz que soy!".