lunes, 21 de junio de 2010

Essence...

Hoy en día son muy pocas las mujeres afortunadas que siguen creyendo en el amor. Y sí, digo afortunadas porque con lo jóvenes que somos hemos vivido lo suficiente como para darnos cuenta de que el amor no existe, o al menos, que aún existiendo...se acaba. Lo podemos percibir en cualquiera de las relaciones que nos rodean, si tú no lo has podido comprobar, enhorabuena.

Como véis, somos muchas las mujeres que rompen el tópico, que saben que no existe ese principe azul que Disney trató de inculcarnos en sus films, y si existiesen, que se lo quede otra, prefiero tener una relación real que una farsa de vida.

Sí, por supuesto que me gustaría compartir mi vida, de hecho ya lo hago, con familia, amigos, conocidos... No necesito un contrato matrimonial para ser feliz, para ser una mujer hecha y derecha.

No necesito una relación estable para sentirme realizada, completa. Y por supuesto, no permito que me tachen de vulgar por tener aventurillas, ya que contra todo pronóstico no tienen porque ser relaciones vacías, es más, puede salir un bonito sentimiento, sentirse cómoda con la otra persona, divertirse, pasar un buen rato, sentirse feliz; sin complicaciones.

El Romanticismo es una utopía, aunque sin darnos cuenta, en el momento menos esperado puede llegar un artista a tu vida y leerte poesía despues de haberte dado buen sexo, una grata aproximación al concepto.

Aunque no suelo defender esto, ¿y si sacamos el artista que llevamos dentro?, igual no somos románticos y el simple concepto nos empalaga, pero la mujer moderna sí que es algo, bohemia. Deja fluir tu imaginación y sal a la calle, despierta el talento que hay en ti. Crea, emociónate, siente, disfruta, déjate llevar, y sobre toto...sé feliz.

"Los hombre que ligan mucho no son putones, son puros conquistadores..." La Historia siempre ha machacado a la mujer, a la fémina libre, revolucionaria y orgullosa de su sexualidad. Nunca dejéis que esa vieja y demigrante concepción de nosotras siga formando parte de nuestra sociedad. Si nos respetamos a nosotras mismas, nada podrá actuar en nuestra contra. Goza, lucha, actúa, nunca dejes de pensar, pero que sean las sensaciones las que te hagan fluir. Al fin y al cabo, " las mujeres somos las de la intuición".