sábado, 27 de agosto de 2011

Víctimas imperfectas

El ser humano incluso cuando se pone en la piel de un animal salvaje tiene la capacidad de sentir y de padecer. Tanto si nos camuflamos de panteras como de gacelas acabamos siendo depredadores y presas a la vez.

Un día te das cuenta de que la afirmación anteriormente expuesta es cierta, se cumple, no eres invencible. Tú, al igual que el resto de las personas no eres más que un ser vulgar, una muestra más que no deja lugar a la imaginación, cada cuál semejante al anterior. Por lo tanto, tú también sentirás dolor.

Creemos que controlamos, que dominamos las situaciones y a las personas. Que somos dioses capaces de mandar sobre nuestros sentimientos, pero por mucho que intentemos teorizar en la práctica el final sigue siendo el mismo. Procuramos dejar el corazón a un lado y actuar fríamente, impidiendo que nadie nos dañe y manteniéndonos alerta ante cualquier situación de peligro, pero hasta las personas más fuertes, de un modo u otro, acaban sufriendo…

No obstante, no vamos a pecar de pesimistas, sino que vamos a dejar algo muy claro: las personas fuertes, las que se dejan embaucar por la pasión, que no por los sentimientos, también sufren. Cierto, pero se recuperan más rápidamente. Solo necesitan la llegada de un nuevo proyecto para crecer y prosperar. El siguiente paso será pasar página y volver a empezar, y en el recuerdo solo quedará la pizca que venció a la coraza que no te dejaba llorar.

lunes, 20 de junio de 2011

¿Machismo en las revistas femeninas? Lee, juzga y decide

Los expertos afirman que los contenidos de estas revistas se contradicen

Como cualquier día te despiertas, tomas un café y te asomas a la ventana: “Bonita mañana”. Miras y te sorprende ver a un chico paseando rodeado de mujeres de portada de revista que no miden menos de un metro ochenta y que deben pesar unos cincuenta y cinco quilos. Ellas le siguen a él. Sus largas melenas son acariciadas por la suave brisa, piensas que es suave porque a pesar de no haber salido a la calle, debe de hacer calorcito, no hay otro motivo que explique que las jóvenes que lo acompañan vayan en bikini una mañana de abril. Pero sí, sorprendentemente hay una explicación. Puede que no haga calor como para ir en ropa de baño, puesto que todavía es primavera, y puede que ese perfil de chica que se está paseando por tu barrio no sea el más común entre la sociedad. Lo que es seguro, es que están grabando un anuncio de AXE delante de tu casa. La mujer como objeto sexual y el sexo como premio es lo que año tras año transmiten las campañas publicitarias de AXE.

En contraposición a este tipo de campañas que definen un estereotipo de belleza femenina basado en la altura y la delgadez, sin ninguna imperfección, encontramos la marca Dove. Esta marca vende una imagen de la mujer que ellos mismos definen como real. Sus campañas publicitarias transmiten mensajes en los que se lanza la idea de enseñar a las niñas, desde bien pequeñas a tener unos valores, a confiar en ellas mismas y a quererse por encima de todo. Podemos ver, por comentar uno de sus anuncios, como salen distintas muchachas y las van enfocando una a una. Ellas se muestran serias, tristes, el mensaje que se manda es: “Odia sus pecas, cree que es fea, le gustaría ser rubia, piensa que es gorda…”, estas frases se van sucediendo a medida que avanzan las imágenes de las niñas. El perfil de estas secuencias da un giro y empiezan a salir fotografías de jóvenes riendo, bailando y jugando, precedidas de unas frases en las que se puede leer: “Ayudemos a cambiar su forma de pensar, digámosle que tiene que ser ella misma, ser valiente, auténtica, porque es linda.”. Conmovedor, pero la realidad es mucho más dura, y es que ambas marcas, tanto AXE como Dove pertenecen a la misma multinacional, Unilever. Una entidad que sin ningún remordimiento de conciencia es capaz de promocionar por un lado, productos que contribuyen a definir un prototipo de belleza femenina que se aproxima a una mujer no real, ya que se aleja de la representación de la gran mayoría de féminas. Por otro lado, intentan convencer a los espectadores, desde la marca Dove, que son muy respetuosos y que ellos venden la imagen de una mujer auténtica e incluso presumen de principios al estereotipar la belleza de la mujer desde un punto de vista más plural y tolerante. Lo cierto es que el juego sucio de estas marcas es muy evidente, y el público, desde su posición de sujeto pasivo es consciente de las pretensiones de los publicistas. Si hay algo que hace Dove con sus campañas es humillar a la mujer real. Esta marca define como belleza natural a los cuerpos con curvas, es decir, no restringe la imagen de lo hermoso al hecho de tener una talla 90-60-90, sin embargo, en uno de sus anuncios venden una crema anticelulítica con un par de chicas en ropa interior, “reflejo de las mujeres reales”, en el que se escucha: “El nuevo kit Dove reduce tu celulitis y redefine tu silueta. Curvas perfectas, ahora es posible.”. ¿Curvas perfectas? Tratan de eliminar el estereotipo de belleza que nos llevan vendiendo desde hace décadas los medios publicitarios para redefinir otro, el de las cuervas perfectas. Si aceptamos a las mujeres reales, con imperfecciones, que no nos vendan unas curvas perfectas.

Los medios de comunicación, tanto audiovisuales como escritos, llegan cada día a nuestras casas; niños, jóvenes, adultos y ancianos configuran el mercado que recibe estos estímulos publicitarios. Las revistas femeninas, en concreto, suponen una gran cuna para los anunciantes de productos cosméticos y de moda. Más de la mitad de las páginas de este tipo de magazines están repletas de contenido publicitario, esto supone un gran bombardeo de información. Judith Mases, es la jefa del grupo de publicidad (CONDÉ NAST) de la revista GLAMOUR en Barcelona. Ella nos habla sobre el método que siguen a la hora de trabajar con este tipo de clientes, en este caso con la GLAMOUR. Esta revista supone un gran escaparate para las grandes marcas de moda y cosmética, incluso se llegan a introducir muestras de cremas y tratamientos en la propia publicación. Judith Mases afirma que la publicidad en este tipo de revistas forma parte del contenido, no lo complementa.

Como podemos comprobar, la publicidad tiene un gran peso en la sociedad, pero sobre todo, en este tipo de prensa. Anna Morero es la coordinadora de contenidos del Observatori de les dones en els mitjans de comunicació, una entidad que se encarga de controlar las publicaciones que aparecen en los medios de comunicación. Según ella, la publicidad se ha encargado de definir un modelo de belleza que es inasumible, no es real. Para intentar acercarse a este prototipo de mujer se ha creado alrededor de este modelo todo un nicho de productos que según las propias empresas te asegurarán alcanzar la belleza que buscas. Empresas dentro de otras compañías más grandes. Se han construido grandes imperios que fabrican todo tipo de productos. Las mismas empresas que te venden la talla 36, a la vez, son las que tienen acciones en negocios de bollería y clínicas de nutrición. Entidades como Unilever definen a través de sus productos la imagen de un perfil de mujer que se supone que representa la belleza, mientras que con otros desbancan ese modelo y redefinen otro. La belleza femenina a debate público, qué es belleza real y qué no. Anna Morero se pregunta: “¿Por qué no podemos hacer una representación diversa de la mujer? Sin discutir, sin etiquetar, sin caer en un modelo…”.

Pero más allá de la publicidad explícita que aparece en las revistas femeninas, hay que analizar el modo mediante el cual intentan vendernos productos a través de reportajes temáticos y de fotos de famosos que llevan grandes marcas. El contenido de este tipo de magazines no varía en exceso de una revista a otra, no se hacen la competencia. La psicóloga María José Jaular considera que los contenidos de estas publicaciones son muy repetitivos, y que en ocasiones, llegan a ser contradictorios. Por ejemplo, en una revista como la GLAMOUR podemos encontrar perfectamente un artículo, en el cual se habla de cómo mantenerse en forma, seguir una dieta y unos hábitos de vida saludables, y en la página siguiente encontramos un apartado de consejos para perder cinco quilos en una semana. Nos habla de contradicción, y es que seguro que ustedes mismos han podido comprobar que esto es así. La experta les pide a estas revistas posicionamiento, que definan sus intenciones y que no intenten engañar a los lectores.

Muchas chicas opinan que este tipo de revistas, las cuales se hacen llamar femeninas, no reflejan los intereses propios de una mujer. No se sienten identificadas con ellas, sin embargo, las consumen. La estructura de este tipo de prensa suele seguir la siguiente distribución: "Moda" (29,7%), "Gente/populares" (17,5%), "Cosmética/Belleza" (10,5%) y "Compras/Consumo" (6,8%), contenidos mayoritarios que ocupan más del 60% del total. Estas son las secciones que según las empresas editoriales definen a las mujeres, a sus lectoras.

Montserrat Soria, socióloga, cree que este tipo de revistas no tienen por qué representar los intereses de las mujeres. Según ella estas empresas buscan el público diana y declara: “Nos hemos socializado de una determinada manera, en la que la mujer tiene un papel concreto, y lo que hacen estas compañías es construir un tipo de contenidos que reflejen eso”.

Él, usted, yo, cada uno de nosotros tendremos una opinión sobre estas revistas. Pero en pleno siglo XXI, si algo está claro es que la mujer tiene muchos intereses más allá de la moda o del cuidado de su cuerpo. La pluralidad es la mejor opción. Estas publicaciones son muy rentables. No debemos olvidar que la industria cosmética en España alcanzó en el 2007 un consumo de 7.872 millones de euros, con un crecimiento del 5,67% respecto del año anterior. En la actualidad, en plena crisis económica los sectores de belleza e higiene incrementaron sus ingresos en un 7,4% en enero de 2011, mientras el resto de sectores se encontraban en una clara recesión. Que el sector es productivo está claro, por lo tanto, no podemos esperar que cambie la orientación de estas revistas cuando son claramente consumidas. No obstante, sería oportuno que evolucionasen, ya que el contenido de estas publicaciones no varía desde la década de los 60, cuando empezó a publicar la revista TELVA (Unidad Editorial). Anna Moreno les lanza una pregunta a este tipo de magazines: “¿Por qué no hablan de política algunas revistas femeninas? Quizá se darían cuenta de que también nos interesa a las mujeres”.

Por otro lado, muchas féminas coinciden a la hora de criticar estas revistas desde la perspectiva de que este tipo de publicaciones “femeninas” representan los intereses de los hombres: “Ponte guapa para él”, “Cinco consejos para tu relación de pareja”, “Cómo resultarle sexy”.

No se trata de hacer sensacionalismo con este tipo de titulares. De hecho, le animo a que baje al quiosco más cercano y coja una de esas revistas. Le aseguro que podrá hacerse con una de estas logradas frases.

Estos mensajes arbitrarios puede que nos los tomemos con humor, pero debemos de tener algo en cuenta. Muchas de las lectoras de prensa femenina son jóvenes. Adolescentes que pueden dejarse influir por el contenido de las publicaciones. La Doctora Jaular nos comenta que en la adolescencia existe una fase de identificación automática por parte del joven con los personajes conocidos que ocupan las páginas de estas revistas. Esto en ciertos casos puede suponer un peligro. Las adolescentes pueden pensar que ser rubia, alta y delgada sea lo normal, pudiendo llegar a rechazar su cuerpo y desarrollar serios problemas. Lo alarmante aquí será que ante esta actitud tan adolescente de identificarse con un famoso, sus padres no tengan el suficiente sentido común como para hacerle sentirse bien consigo mismo y decidan, en cambio, pagarle una intervención. Por lo tanto, afrontar el contenido de estas revistas como un modo de entretenimiento es totalmente respetable, pero si no se tiene una base que permita cuestionarse ciertos temas de este tipo de revistas, puede llegar a suponer un problema. Esta base dependerá de la familia y de las relaciones que establezcamos con nuestro grupo de iguales. Las políticas que se tomen al respecto también serán de gran importancia. En Occidente se define la belleza de la mujer a partir de determinados estereotipos, ciertas tallas. Otros países no occidentales también tratan a la mujer de esta manera. Muchas chicas orientales se han sometido a operaciones para disimular sus ojos rasgados, para llegar a ser más altas, es decir, para asemejarse a las occidentales, ya que así, aseguran que consiguen trabajo más fácilmente. Una intervención de alargamiento de piernas implica un año entero de recuperación en la cama. ¿Hasta qué punto estamos dispuestos a poner en peligro nuestra salud?

“Un mundo donde no haya lugar para los complejos”, responde una mujer al preguntarle qué le gustaría que difundiesen las revistas femeninas. A lo largo de la historia, siempre se ha inculcado el culto al cuerpo de la mujer, a la belleza femenina. La mujer debía cuidarse, el hombre no tenía esta preocupación. Las revistas femeninas en cierta manera lo que hacen es venerar un determinado estereotipo de mujer. Hablábamos antes de que los contenidos de las revistas femeninas pueden reflejar los intereses de los hombres, y es que, según la teoría postmoderna, la mujer nunca ha sido capaz de construir el concepto de feminidad, en cambio, el hombre ha podido definir su concepto de masculinidad y ha sido él quien ha impuesto una manera concreta de definir la feminidad. En los tiempos en que vivimos parece que no hay cabida para este tipo de afirmaciones, pero debemos de ser conscientes de que se nos intenta trasmitir una igualdad de género, pero una igualdad formal, que todavía necesita fortalecerse mucho más para convertirse en un hecho. Solo tiene que mirar a su alrededor, en su círculo de conocidos, en los medios de comunicación. La desigualdad sigue presente en nuestro día a día, vamos recibiendo mensajes que nos envían pautas sobre cómo nos debemos comportar. Si nos quitamos la venda de los ojos, si desde la educación y desde la familia se nos transmiten los valores de igualdad, quizá la idea deje de ser una utopía y se convierta en una realidad.

Según la experta en sociología todas estas revistas tienen una base machista: “Por un lado pretenden darte seguridad, independencia, pero por otro lado venden una imagen muy retrógrada sobre feminidad, sexualidad, intereses…” Hay consumidoras que son conscientes de que leen este tipo de prensa para entretenerse, evadirse, sin embargo, Monserrat Soria afirma que las lectoras fieles, las que compran ejemplares cada semana, puede que sí que estén contribuyendo al machismo, apoyando un prototipo de mujer que no es real.

NO IMPORTA EL MÉTODO, SOLO EL FIN: CONSUMISMO

Un estilo de vida, eso es lo que intentan imponernos las revistas femeninas, pero las mujeres no son las únicas víctimas de las grandes multinacionales, los hombres también son presa de este tipo de prensa.

“En una sociedad en la que incluso el cuerpo, el equilibrio personal, el tiempo libre están solicitados por una plétora de modelos, el individuo se ve obligado a escoger permanentemente.” Lipovetsky.

Las revistas, tanto femeninas como masculinas, pretenden funcionar como guías y consejeras que dan respuestas a las inquietudes de los lectores y las lectoras. Los reportajes y las entrevistas dedicadas a personas famosas, no son más que una coartada que es utilizada para vender a través del personaje las nuevas tendencias de moda o los nuevos productos cosméticos que han salido.

El hombre, desde hace unas décadas también empieza a sufrir la presión social que le hace verse obligado a seguir una serie de pautas que le ayudarán a sentirse bien consigo mismo y a gustar a los demás. Un hombre “metrosexual” que ha de depilarse, hacer deporte, aplicarse cremas y ser un fashion victim.

La belleza femenina ya hace décadas que se expone a debate público, pero ahora también se juzga la masculina. Una búsqueda de belleza ideal y por lo tanto inalcanzable que unifica a hombres y mujeres absortos en una empresa utópica que deja a su paso vigorésicos y anoréxicas por igual. Estas revistas no son las responsables directas de estas enfermedades, ni mucho menos, pero sí que colaboran a la hora de ejercer una presión social de la cual no todo el mundo está dispuesto a pasar.

“Miro una valla publicitaria donde sale Piqué anunciando ropa interior y pienso que a mí me gustaría estar así, pero claro, es imposible…” Esto nos dice un chico que encontramos por la calle al preguntarle por los modelos masculinos. Las empresas publicitarias cumplen su objetivo. Las compañías no tienen en consideración los valores humanos o los principios que deberían de trasmitir a la sociedad, tanto a jóvenes como a mayores. Quienes tienen el poder de cambiar este mundo basado en estereotipos en el que vivimos, solo piensan en sacar un beneficio económico de todo lo que hacen. Un contexto en el que la ley que prima es el aprovechamiento máximo, donde todos se dejan llevar por sus intereses, aunque esto implique pisar la ética humana.

“Después de leer una revista femenina me baja la autoestima, me siento mal conmigo misma.” Laura, 16 años. Los medios de comunicación no son los responsables directos de nada de esto, pero tienen en sus manos la capacidad de influir en la opinión pública y de difundir determinados valores entre la sociedad. Si tenemos claros nuestros intereses, no hay problema. Pero en el momento en que una adolescente se pueda sentir herida con su propio cuerpo, debemos tomar medidas contra este tipo de prensa que promueve un estereotipo de belleza que se aleja totalmente de la realidad, que sirve como peaje para introducir toda una serie de productos que nos incitan a consumir. Parece que cuando el principal objetivo es la economía, la ética está de más.

A pesar de que ambos sexos son víctimas de la presión social que se ejerce sobre el físico, el contenido de las revistas tiene un trato diferente a la hora de hablar sobre los dos sexos. Mientras que las revistas femeninas tienden a resaltar además del estilo y glamour, los aspectos que hacen de la entrevistada una figura relevante, enfatizando su lado más íntimo y familiar, las revistas masculinas destacan de los hombres su éxito y su físico. Tanto hombres como mujeres debemos reivindicar una igualdad y un respeto. Tenemos que considerar a la persona más allá de su físico.


Katia Sanz Bonet

martes, 10 de mayo de 2011

"Però de la mateixa manera que els animals oloren el menjar o el perill, amb el mateix instint primari van saber les meves entranyes que ell, com un llop, havia decidit tenir-me"

viernes, 15 de abril de 2011

“Muchas mujeres y muy diferentes, ese es el referente que me gustaría tener”

Análisis en profundidad con la coordinadora de contenidos del Observatori de les dones en els mitjans de comunicació y miembro de Drac màgic

El machismo en las revistas femeninas no es un problema de hoy, ni tampoco de ayer. Pasado, presente y futuro forman parte de su historia, y son diversos los sectores de la sociedad los que intentan acabar con este obstáculo. Drac màgic se fundó en 1970, y desde el 2000 trabaja conjuntamente con el Observatori de les dones en els mitjans de comunicació, centrándose en el análisis del debate público sobre el papel de los medios en la superación de los arquetipos de género. Anna Morero, coordinadora del Observatori de les dones en els mitjans de comunicació y miembro de Drac màgic, se siente afortunada de poder ayudar con su trabajo a erradicar el machismo en los medios de comunicación, defendiendo así los derechos y libertades de la mujer del siglo XXI. Una mujer moderna con gran pluralidad de intereses que van más allá de los que las revistas femeninas actualmente ofrecen.

-Desde el Observatori de les dones en els mitjans de comunicació i Drac màgic controlan la aparición de contenido sexista o discriminatorio en los medios. ¿Qué competencias corresponden exclusivamente a cada uno de los centros?

El Observatori nace como una iniciativa de 5 ayuntamientos que tiene como interés político trabajar el tema de la representación de las mujeres en los medios de comunicación. Drac màgic se presenta a un concurso público y establece una relación contractual con el Observatori. Drac màgic lo que hace es controlar los aspectos técnicos y la gestión del Observatori, tanto económica como administrativa, además, se encarga de completar sus contenidos, ya sea en forma de actividades o de artículos.

-Como coordinadora del Observatori de les dones ¿Es cierto que el nivel de discriminación y de sexismo en los medios es mucho mayor que lo que la ciudadanía puede llegar a pensar?

Hace años que trabajo temas de género, y la verdad es que sí. La presencia de contenido sexista en el sector de la comunicación va mucho más allá de lo que la sociedad puede imaginar. Desde hace tiempo se nos repite el mismo mensaje, una lucha formal por la igualdad, y por lo tanto, estamos acostumbrados a escuchar y a ver lo mismo, lo naturalizamos poco a poco. Esto es un hecho que vemos en los talleres. Cuando llegamos la gente piensa: “ya están aquí las de las mujeres que vienen a molestar, a explicarnos lo de siempre…” Pero en realidad, cuando coges un anuncio y lo empiezas a desgranar detalladamente te das cuenta de que está cargado de matices sexistas. Con la igualdad formal que tenemos actualmente en Occidente parece que no haya espacio para este tipo de sexismo, pero sí, está, está.

Dentro de los medios de comunicación nos centramos en el análisis de las revistas femeninas. Anna no es consumidora habitual desde su adolescencia, pero tiene una conciencia muy precisa sobre el contenido de este tipo de prensa. Urge la necesidad de un replanteamiento y una reestructuración del contenido de estas revistas según ella, las cuales tratan a las mujeres como si sus únicos intereses fueran la belleza, ligar con chicos y la operación bikini. La coordinadora de contenidos del Observatori de les dones nos habla de la responsabilidad que deben tener los medios de comunicación con la sociedad. Quizás una reflexión sobre el trabajo que hacen nos vendría bien a todos, comenta Anna Morero.

-Los medios de comunicación, tanto audiovisuales como escritos llegan cada día a nuestras casas; niños, jóvenes, adultos y ancianos configuran el mercado que recibe estos estímulos publicitarios. Las revistas de cosmética y moda abarcan gran parte del monopolio de la publicidad. ¿Hasta qué punto son influyentes las revistas femeninas a la hora de definir un prototipo de belleza?

La publicidad tiene tanto peso… La publicidad lo que ha hecho ha sido crear un modelo de belleza que es inasumible, no es real, es algo a lo que nunca podremos llegar. Pero por el contrario ha creado para el mercado un nicho de productos que van a estar siempre ahí y que siempre van a tener compradoras, ya que para llegar a ese modelo de belleza que se nos impone los vamos a necesitar. Las revistas femeninas hacen un poco de plataforma de la publicidad. Hacen una representación de las mujeres tan reducida que no es justa. No es justo, ver y tener un único modelo de belleza marcado. El bombardeo de publicidad que ejercen los medios crea una presión social delicada…y no todo el mundo puede o quiere pasar de ella.

-Las mujeres que consumen este tipo de revistas, ¿son machistas?

¡No!, en absoluto. Muchas mujeres consumen estas revistas como referente de moda y para conocer las últimas tendencias. Podemos consultar estas revistas aunque no estemos de acuerdo con la imagen que se transmite de la mujer, simplemente por entretenimiento o por mantenernos informadas sobre la vida de las celebrities, sin necesidad de sentirnos identificadas con ellas.

-Chicas guapísimas con cuerpos de escándalo ocupan cada mes la portada de muchas revistas, dentro de las cuales son entrevistadas. ¿Son todas las mujeres de interés general cuerpos diez, quizás genética especial, o todas las que llegan a lo más alto viven restringidas por las pautas de belleza que la sociedad establece?

Parece que sí. Supongo que si hablamos de mujeres de portada que son gente que se dedica a vivir un poco de su imagen obviamente sí que viven restringidas a ciertas pautas establecidas. Son como las elegidas, las pocas que hay, porque en realidad no hay tantas. La lástima es que primen mujeres en portada que tengan un físico determinado más que mujeres que puedan explicar otras cosas. Está muy bien que las mujeres que son estupendas ocupen portadas y que se hable de ellas, pero que sean las únicas de las que se habla o que un físico estupendo sea el peaje para poder ocupar una portada o un artículo de interés en cualquier revista es una pena. Sería justo para todo el mundo que hubiese diversidad en las portadas de las revistas. Es una lástima que prime siempre la belleza…

-Dentro de este tipo de revistas no es raro encontrar imágenes de cuerpos escuálidos con aspecto enfermizo. Ustedes, desde Drac màgic y el Observatori de les dones censurarían este tipo de imágenes por dañar la imagen de la mujer que se intenta defender: una mujer sana y con buen aspecto; en cambio, en estos magazines estos cuerpos delgados son expuestos como reflejo de belleza e incluso perfección. ¿Considera que este tipo de publicidad debería evitarse o por el contrario cree que está bien mostrar al público el reflejo de la realidad que se vive dentro del mundo de la moda?

Un poco la labor que nosotros hacemos desde aquí es evidenciar todo esto, censura no es un concepto con el que nos sintamos muy cómodas, pero sí pensamos que es necesario poner en evidencia esas imágenes. Desmontarlas a partir del humor, porque muchas veces son referentes de elegancia y solemnidad. Intentamos darles la vuelta, ponerlas en cuestión, ya que además, partimos de la base de que muchas de esas imágenes están retocadísimas.

-¿Puede considerarse una moda pasajera el concepto de belleza femenina que conocemos en Occidente?

Una moda pasajera que ya dura, ¿no? No lo veo, no te puedo decir que sí. Algún intento ha habido de publicidad de las mujeres reales. Por ejemplo, Dove intentó algo, pero no nos gustó demasiado, porque con la campaña esta de la belleza real hace dos cosas. Por una parte, niega un modelo de belleza que ha sido como el imperante durante mucho tiempo y con el que muchas mujeres se sienten cómodas, y esto es respetable. El problema viene cuando esa es la única opción. Dove lo que hace es cargarse ese modelo, le dice a las mujeres: ¡no!, no valéis, ahora lo que vale es la belleza real, las mujeres imperfectas. Crean otro modelo de belleza, parece ser que las mujeres siempre tenemos que estar en un modelo determinado. Por otra parte, saca a discusión un debate público, cosa que nunca se hace con la masculinidad, qué es belleza real y qué no. ¿Por qué el cuerpo de las mujeres y nuestra belleza es algo que se debate en público? ¿Por qué no podemos hacer una representación diversa sin más? Sin discutir, sin etiquetar, sin caer en un modelo…

-Echando una mirada al futuro, ¿qué imagen de la mujer le gustaría que conociesen sus hijas?

Todas las imágenes de las mujeres. Me gustaría que tuvieran referentes muy diversos, que no tuvieran un único modelo, sino que pudieran ver muchas mujeres de muchas maneras. No solo físicamente. En los medios de comunicación no representan a las mujeres en todas las facetas de su vida, sino que proyectan un modelo con una edad determinada, con unos gustos característicos, unas aficiones…Desearía que pudieran verlo todo, que estuviese a su alcance esa oportunidad.

Katia Sanz Bonet

jueves, 7 de abril de 2011

First time

Sentirse como un águila al volar; tocarse el pelo, dejarse llevar.

Sí, va llegando la noche. Tras un duro día solo puedes permitirte soñar, creer que eso es cierto y pensar que todo va como allá... Seguimos luchando por triunfar, sentir la felicidad llegar...¡Silencio!, se escucha, solo hay que esperar...