jueves, 10 de junio de 2010

Una de esas...

Principios de febrero:

Sí, a falta de un examen para terminar el cuatrimestre mi amiga y yo decidimos adelantar la fiesta de fin de exámenes.

Lugar de desfase: Apolo.

Por la mañana habíamos hecho el penúltimo examen, que para nosotras era realmente el último, ya que no apostábamos demasiado por la física... Comimos juntas, quemamos un poco la VISA y quedamos en salir por la noche.

Como de normal sobre las 22:00h se pasó por mi piso, nos tomamos unas copas, y rapidito a por el metro, que lo cerraban. Llegamos a la zona donde queda Apolo, pero antes de entrar nos dirigimos como siempre "al local de los mojitos"( a liarla un poco, para variar). Una vez allí, en la barra, me fijo en alguien, el chico que tenía mi amiga a su lado. Yo...:-oye, ¿a ti no te suena?.
- No...
-(se me enciende la lucecita)Anda, si es el chico que estaba sentado a mi lado el día que volvíamos de la fiesta de la UAB. Sí, ese que iba pasadísimo fumando cannabis en pleno ferro.
- Ja,ja,ja. ¡Es verdad!.

Total, me acerco a él, y le hablo, se lo cuento, y tras partirse de risa, nos vamos todos juntos: su amigo, mi amiga, él y yo a Apolo. Si es que... ¡el mundo es un pañuelo!.

En Apolo ya, ¡actuamos!. Empezamos a bailar, reir, y a conocer gente. Ambas íbamos guapísima, además, llevábamos muchísimo tiempo sin salir, y la celebración anticipada de fin de exámenes debía de ser como fue, ¡genial!.

Al lio, ya avanzada la noche, en una de esas que me giro, me encuentro a mi amiga besándose con uno, y yo... ¡ toma!, ahora me quedo sola... Pero no, hicimos piña, ya sabéis, no mola sobrar...jejeje. En fin, bailando con ellos y tal, me fijo que hay un chico que no me quita la mirada de encima. Le sonrío, me sonríe, sigo bailando. Me giro, compruebo que sigue mirándome. Ante esto, va la señorita, osea, yo, y se acerca a él, le cojo de la mano y me dice... Llevo un rato esperando a que me robaras un baile. Le sonrio, y bailamos. Nos besamos, nos rozamos, nos miramos... todo va bién.

Llega la hora de despedirnos, yo marcho a casa el día siguiente, he de madrugar. Mi amiga hace lo mismo, y juntas, nos montamos en un coche. En escena una única sensación, la de haberlo pasado genial. En el taxi recibo un sms del chico con el que estube, me dice que le ha encantado conocerme, le respondo, y llego a casa.

Al día siguente, mi amiga se despierta sofocada. La muy responsable ha apagado la alarma, suerte que le llama su madre, ella también se va a casa, y por los pelos pierde el tren.

Me encantan esas noches locas. Lo mejor...sigo teniendo contacto con todos los que conocí esa noche. Desde el chico con el que me besé, hasta al que reconocí en el bar. La vida definitivamente, nos sorprende contínuamente. A esto, le añadimos la magia de Barcelona y un dúo molotov... ¡Pronto volvemos a las andadas! .